He estado fuera unos días y se me ha olvidado que Madrid es una ciudad de prisas. O quizás es la sociedad madrileña la apresurada. He pasado días de agobios continuos en los que me hacía falta pararme y disfrutar un poco de lo que tengo alrededor. Necesitaba cambiar de aires; desconectar. He estado en una ciudad y con una compañía que me han facilitado la tarea. También el clima frío de nieve espesa me ha ayudado a cambiar un poquito por dentro. A veces el lugar sí influye para cambiarnos el ánimo. Al volver, veo que todo sigue igual: mis compañeros son los mismos, los trabajos y libros que aguardan a ser terminados o leídos tampoco cambian, mi ambiente es el de siempre. Pero siento que hay algo distinto. Me relaciono sin prisas y miro la montaña de libros con apetito. He vuelto a recordar a los amigos de siempre y ellos también me han recordado a mí. Ahora vuelvo a escribir largos e-mails y aquí estoy, también dedicándole unos minutos a este rinconcito que había abandonado un poco.
Las prisas de Madrid me estaban haciendo un agujero dentro que me impedía ver las cosas de fuera. Y aunque sé que volver a la rutina es solo cuestión de días, me encantaría permanecer en este estado de calma dulce post-viaje para siempre. Un amigo dice que en el principio estaba el viaje: que el viaje es el origen de todo. Yo cada vez pienso más en su idea e intento ponerle nombre de ciudad. De momento, miro con asombro a la viajera que en un tren de corto recorrido y en un viaje de veinte minutos, saca su ordenador del maletín y comienza a aporrear sus teclas a la vez que lee un libro sobre prehistoria, o me asombro cuando veo a un niño de primaria haciendo sus deberes también en el tren. ¿Por qué las prisas? Si no hay nada como llegar a casa y, con toda la calma del mundo, sentarse en la mesa de estudio y dejar que sean nuestros dedos los que trabajen por nosotros.
Pienso igual que tú. Cada vez que vuelvo de viaje es como si volviera más madura, habiendo visto, aprendido, conocido... con más paz interior.
ResponderEliminar"Los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos..."
Preciosa cita de Ismael Serrano.
ResponderEliminarAunque precisamente hoy, mejor no mencionar a los viajes.
Un besazo.