28 de julio de 2009

Sabiduría popular / "La vida es mentira toa"

A Emilio, lector y teatrero.


Uno va caminando por la calle, tranquilamente, a eso de las once o las doce de la noche. Pleno verano. Avenidas abarrotadas de gente buscando el fresco de una terracita, un helado o una copa. Es una de las maravillas del mes de julio en Parla. Que las calles, a esas horas de la noche, albergan conversaciones triviales y profundas sobre la vida; carcajadas sonoras y el lagrimeo de alguna ex-novia despechada.



Entre ese runrun de la noche parleña destaca una frase. Sólo una. Además, no consigo colocarle inicio o final a la conversación; solamente rescato las palabras de la sabiduría callejera. Un señor de unos setenta años dice como quien no quiere la cosa: La vida es mentira toa. De repente pienso en todas las alegorías sobre la vida que conozco. La vida como sueño. La vida como camino. La vida como teatro. La vida como peregrinaje. La vida como... ¡Alto! En la vida como teatro entraría el componente de mentira al que hizo referencia ese señor. En realidad, buena parte de las vidas de las personas se sustentan en los pilares del engaño y la mentira. Uno se engaña a sí mismo o es engañado desde fuera: "España va bien", "No hay crisis", "Este es el último cigarrillo que me fumo", "Ya no quiero a menganita",... El engaño funciona como una mosca que nos zumba detrás de la oreja. Lo reconocemos en muchas ocasiones; y sin embargo, preferimos abrir la ventana y dejar que se escape a engancharlo de las alas y terminar con él. En el fondo el ser humano necesita de la mentira para vivir. El ser humano necesita crear un escenario con los componentes que lo rodean; necesita convertirse en actor e intentar sacar adelante su función más importante: la vida. Y vivimos la vida como un teatro. Con sus personajes que entran y salen, con sus apartes, con sus mutis, esperando que el telón tarde un poco más en cerrarse, porque aunque todo sea una mentira, la mayoría de las veces es una mentira hermosa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y seguimos engañándonos para no aceptar la terrible realidad

Iago dijo...

Me encantó!

Manuel Casal dijo...

Hay otro tipo de mentira. La de aquello que no es verdad, que no es verdadero, que no vale, que no es lo que nos hacen esperar, que no es auténtico, que no es cabal, que es mera apariencia, que no está vivo, que es la nada bien vestida, que no tiene más remedio que decepcionar, que no te hace crecer, sino perder el tiempo y la vida, que no te hace vibrar, que te acerca a la muerte.