22 de agosto de 2009

Música y mensajes

Siempre me ha encantado escribir. Ayer hablaba con una amiga que me dijo que se arrepentía de no haber escrito más en lo que lleva de vida, porque ahora le cuesta rememorar el pasado sintiéndolo como entonces. Si escribimos desde la perspectiva del presente y leemos esos mensajes algún tiempo después, tendremos la oportunidad de desmentir nuestros sentimientos, ya sean presentes o pasados, y además, seremos capaces de revivir algunos acontecimientos con mayor lujo de detalles. Esta amiga mía me dijo también que para eso está el arte. La literatura, el cine, la fotografía, la pintura o la escultura son sólo un modo bello de dejar mensajes del presente para el futuro. Será por eso que aún me cuesta entender ese arte contemporáneo de las performances, jam sessions o improvisaciones. De todas éstas, las que no quedan grabadas en ningún lugar alcanzan el nivel de magia, tan solo rememorable con una eficiente área del cerebro ocupada a la memoria (¿era el hipocampo? ya no me acuerdo).

Estos días en los que, después de haber caminado mucho, estoy escribiendo poco, necesito los mensajes de otros para organizar un poco el semi-caos que uno trae tras un largo viaje. Y esos mensajes me vienen a través de la música. Parece que sólo a través de la música soy capaz de entenderme, de entender el mundo y de comunicarme. Parece como si no me apeteciese mucho contar mis experiencias, sino más bien soltar algunas citas de canciones, regalar los compases de alguna melodía y esperar que seas tú el que descifre (a tu manera) el arte que quizás se compuso cientos de años atrás y que a mí hoy me mueve el alma más que nunca. Quizá la composición que mejor describa nuestro estado de ánimo de hoy no esté aún ni siquiera inventada. Pues bien, es el tiempo de los artistas.

4 comentarios:

Iago Morais dijo...

Tan necesario para escribir es estar ávido y lleno de experiencias como el paso del tiempo para madurarlas. Con ello, recuerdo "El mundo" de Juan José Millás.

Gracias por recordarme la canción..

Unha aperta, y a escribir, que nos queda una vida por delante.

Manuel Casal dijo...

Sólo se puede escribir con fundamento después de haber hecho la digestión.
El viaje denso saldrá poco a poco,
tras unos días,
tras unos meses,
tras unos años, quizá.
Quédate en silencio. No digas nada. Sólo escucha.
Escucha la vida.
Escucha a la gente. Escucha las voces de la vida, las vivas y las muertas, las alegres y las tristes, y no digas nada.
Quédate en la paz del descanso.
Hasta que tengas que decir algo. Cuando te salga el momento.
No hay problema.
No hay problemas.
Sólo escucha.
No pidas nada.
No te digas nada.
Escucha.

Patricia dijo...

Gracias a los dos.

elgritodeltiempo dijo...

la sensación de estar perdida no es tan mala al fin y al cabo.
gracias!
besitosss
p.