La alegría se pinta de colores. Alegría verde es mi alegría de hoy.
Me han felicitado, con beso en la mejilla, tres personas. Una persona me ha felicitado con ciber-beso y ha sabido tan cálido como el facial. Alegría la que he sentido al recibir un café en vaso de plástico en el peor momento de la mañana. Una amiga. Sin verdes, sin besos, sin mejillas. Me ha recordado que todos los días se celebra.
Alegría en verde y alegría tricolor la de un amigo anónimo. La alegría llega siempre a pesar del bolígrafo rojo. La alegría llega cuando los amigos te recuerdan que hay que tener ganas de vivir y acompañar esas ganas con alegría, paz, autonomía, humanidad y literatura. Claro. Siempre la literatura salva. Siempre el verde calma las almas de los vencidos, los hace resurgir del rojo pilot de las tardes de marzo.
Alegría dulce materializada en pasteles de nata. Mmm... nata. Verde. Nata. Amigos. Café caliente en la mañana fría de bolígrafo rojo.
La alegría se pinta de colores y se paladea dulce. Siempre dulce como la nata.
1 comentario:
Hoy he estado de médicos -todo bien-, de clases, de desahogos y de estar. No sé de qué color mandarte un beso ni de qué alegría teñirte la vida. Ahí van unos cuantos.
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