10 de marzo de 2010

Me ronda la cabeza Hernández

Estoy preparando exámenes para esta evaluación. Mis chicos de primero de apoyo son muy inteligentes. Estoy orgullosa de ellos, porque siempre he confiado en que podrían hacerlo muy bien y me lo están demostrando. Les he enseñado unas poquitas figuras literarias y quiero que sepan reconocerlas, para que aprendan a apreciar la buena poesía y no se pierdan cuando escuchen que "algo es una metáfora de algo".

Para la hipérbole no he podido evitar echar mano de Hernández en su impresionante "Elegía a Ramón Sijé". No puedo leerla sin sentir un escalofrío extraño recorriendo mi espalda. Y aún así la leo y la releo y me regocijo en la tristeza que me transmite.

Me ronda la cabeza Hernández estos días. Me ronda porque está en todas partes, porque celebra centenario, porque sigo escuchando a Serrat cantarle como cuando era niña y deseaba que llegaran las mañanas de domingo en las que la casa recibía la poesía en voces ajenas. Me ronda porque la poesía hermosa siempre ronda.



Ayer, ayudando a traducir sus poemas al francés y al kikongo* (desde el francés, claro), me sentí feliz por poder entender unos versos inmortales. Sentí placer por el puro placer de la poesía que se siente y se entiende.

Me siento feliz cuando me ronda la cabeza la poesía.


*Una curiosidad. En kikongo, "amor" se dice "bolinga".

1 comentario:

Anónimo dijo...

No seas perezosa. El 24 de este mes en tu exFacultad de Filología, de Salamanca, profesores y alumnos le harán un homenaje. Podías venir con unos alumnos tuyos bajo el brazo...