6 de enero de 2011

Imágenes

La vida puede mirarse con muchos ojos. Y está claro que las personas, individualmente, tenemos unos ojos diferentes para cada ocasión y vemos el mundo con una luz distinta en cada momento. Atrapar los instantes y grabarlos en nuestra memoria con la luz que nosotros llevamos dentro en ese segundo es el mejor ejercicio para ir creando nuestro álbum interno de recuerdos. Luego, uno puede comparar sus imágenes del recuerdo con las fotografías que alguien le hizo mientras experimentaba ese trocito de vida. Entonces, las imágenes "reales" y las "imaginadas" se unen y nos enseñan a ver la vida de forma más amplia y más abierta. Eso sí, ¿cómo saber cuál es la imagen real y cuál la imaginada?

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