Ayer le oí decir a un filósofo que la vida es ese espacio de tiempo que ocurre entre dos nadas y que por tanto, tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos, tenemos que ser epicúreos y disfrutar de los placeres de la vida de forma prudente y racional. Vamos, que nos queramos y busquemos nuestra felicidad. Que seamos egoístas y utilitaristas porque buscando la felicidad común, la compartida, lograremos la propia.
Me adhiero a ese pensamiento y me autoproclamo epicúrea. Hasta que me dure, que los que me conocéis sabéis que soy un poco chaquetera de filosofías.
Aquí una lista de consejos, como "El decálogo de Manuel", del que hablaba hace unos días, para ser felices.
1 comentario:
No habías nacido -yo, sí- cuando Horacio se proclamó 'Epicuri de grege porcus', un cerdo de la piara de Epicuro. El mismo Horacio acuñó un lema de conducta que me parece magnífico: 'ne quid nimis' (contención, no pasarse). La unión de ambos criterios puede dar sentido al paso por la vida.
Abrazos.
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