El que escribe y publica sus textos en internet, siente una curiosidad enorme por saber quiénes lo leen. Se tienen certezas, a veces, y otras veces acecha la duda de si aquella persona a la que le pasaste la dirección del blog hace meses sigue leyéndote, o mejor, si algún día llegó a leerte.
Yo quiero saber quién eres tú, quién es el que escribe en google "falsirego" esperando que el buscador le lleve hasta mí. Es una magia extraña esta del emisor y el receptor de mensajes en un canal tan efímero como este blog mío. Ya lo dije el otro día: debe ser que ya se me había olvidado lo que es sentirse leída. Porque renace de nuevo la ilusión de lanzarme a mirar en la barra de visitas quiénes han sido los que han dedicado un pedazo de su tiempo para leer estas palabras que, si no fuera por esta herramienta, se habría llevado el viento.
4 comentarios:
Yo hace tiempo que borre mi barra de visitas porque lo que empezó siendo una curiosidad se convirtio en obsesion. Pero estoy tranquilo, sé quienes sois los pocos que me leeis a menudo, casi os podría contar con la palma de una mano; para vosotros es mi blog.
Por mi parte ten la certeza que leo todas tus entradas, todas.
Un abrazo ;)
Puff, me da miedo acabar obsesionándome yo también por las visitas. Quizá tome la decisión de borrar también mi barra de visitas.
Gracias por leerme, y gracias por escribir para nosotros. Es un placer formar parte de tus lectores.
Un beso.
Ay, Patricia...
El Sabina, ante el hecho casi increíble de que se vendieron todas las entradas para su concierto salmantino en una mañana, anuncia que repite actuación el sábado, 21 de noviembre...
Ay, Patricia, que te han dejado sin excusas (presentables).
Lo mejor de Internet es que alberga dentro de sí pequeñas redes intelectuales, afectivas, amistosas, a veces anónimas, de efectos desconcidos, pero siempre llenas de vida. Yo pertenezco a esta: te leo. Y te pienso.
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