Cuando lo nombraron ministro de Educación me alegré porque llegaban la filosofía y el pensamiento al gobierno. Me alegré porque llegaba la experiencia en el ámbito educativo a un ministerio tradicionalmente dado de lado por ser la política educativa una política transferida a las autonomías. Me hizo ilusión pensar que un rector universitario iba a tomar las decisiones del campo académico.
Tras año y medio al frente del Ministerio, al menos empiezo a notar que su presencia en debates y foros sobre educación es cada día mayor. Se le ve mucho por la televisión, se le escucha por la radio y lo que dice, convence. Porque él ha trabajado con estudiantes y sabe hacia dónde nos dirigimos. Se van produciendo cambios pequeños pero importantes y eso lanza luces de esperanza hacia el futuro de la enseñanza. Sobre todo de la enseñanza pública.
Escucharle sólo produce gozo. Esta mañana ha estado en el paraninfo de la Universidad de Salamanca (marco incomparable, como dirían los periodistas) dejándose entrevistar por toda una profesional de la radio, Montserrat Domínguez. Si se te ha escapado, ahí lo rescato para ti. Desde la lógica establece una filosofía completa de vida basada ante todo en la educación continua, en el trabajo y el esfuerzo y lo que me ha parecido más importante: trabajar desde el cariño para terminar amando el trabajo.
31 de octubre de 2010
Volver
Citando el tango y a Almodóvar, vuelvo.
Hay cafés que se hacen esperar años, pero llegan y llenan tardes enteras. Hay cafés que en realidad son personas que te hacen pensar que sí, que no lo intuías, que de verdad el tiempo ha pasado por ti y has cambiado, pero que sin embargo sigue quedando algo imperturbable. Porque aunque la conversación quedó atrapada en la cadena de una bici a la entrada de la biblioteca hace siete años, la retomamos como si nada hubiera pasado. Como si hiciera un ratito nos hubieran enseñado a escribir haikus. En el fondo somos los mismos. En el fondo ayer nos redescubrimos. Al menos yo. Aparté unas horas a Steinbeck y dejé fluir la conversación de antaño. Soy la misma. Quizás con el barniz de Steinbeck y tantos otros que vinieron después de aquel Blas de Otero recomendado en las escaleras de la biblioteca. Ese verano aprendí a decir "desarraigo" y me regalaron un poema sobre Penélope. Después vinieron los grandes maestros: la literatura de canon. Y yo me fui haciendo entre Salamanca, Madrid y otros recovecos. Volvemos a Parla y nos nutrimos con el café de los años. Somos diferentes. Pero nada ha cambiado.
Gólgota
Dani Cerrato | Myspace Music Videos
Hay cafés que se hacen esperar años, pero llegan y llenan tardes enteras. Hay cafés que en realidad son personas que te hacen pensar que sí, que no lo intuías, que de verdad el tiempo ha pasado por ti y has cambiado, pero que sin embargo sigue quedando algo imperturbable. Porque aunque la conversación quedó atrapada en la cadena de una bici a la entrada de la biblioteca hace siete años, la retomamos como si nada hubiera pasado. Como si hiciera un ratito nos hubieran enseñado a escribir haikus. En el fondo somos los mismos. En el fondo ayer nos redescubrimos. Al menos yo. Aparté unas horas a Steinbeck y dejé fluir la conversación de antaño. Soy la misma. Quizás con el barniz de Steinbeck y tantos otros que vinieron después de aquel Blas de Otero recomendado en las escaleras de la biblioteca. Ese verano aprendí a decir "desarraigo" y me regalaron un poema sobre Penélope. Después vinieron los grandes maestros: la literatura de canon. Y yo me fui haciendo entre Salamanca, Madrid y otros recovecos. Volvemos a Parla y nos nutrimos con el café de los años. Somos diferentes. Pero nada ha cambiado.
Gólgota
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30 de octubre de 2010
30 de octubre. Miguel Hernández. Los clásicos /9
Miguel Hernández es recurrente en este blog. Porque es un clásico. Dice Harold Bloom, autor del libro de ensayo sobre crítica literaria El canon occidental, que "los originales no son originales". Claro. Porque los autores originales que llegan a formar parte del canon (y para mí Hernández es un miembro merecedor de ese puesto), lo son porque bebieron de otros poetas. Otros poetas influyeron en ellos, o como el propio Bloom dice, los otros poetas los eligieron. Los muy creyentes, siguiendo esta idea del "elegido" hablan de que no son ellos los que eligen a Dios, sino Dios quien los elige a ellos. Bromeando un poco con este concepto, yo siempre digo que cuando voy por una librería no elijo yo los libros, sino que se dan dos acontecimientos o los libros me eligen a mí, o alguien elige por mí mis libros.
Volviendo a Miguel Hernández, y aprovechando que hoy en todas partes se habla de él, creo que a este excepcional poeta la originalidad le vino de sus lecturas. Porque siempre se ha hablado de que Hernández es un poeta autodidacta, pero lo cierto es que leyó mucho y a muy buenos poetas españoles y que fue así como nutrió su excelencia.
Este blog, que sólo tiene en común con Miguel Hernández que se va haciendo con palabras, ha sido elegido por la gracia del poeta de Orihuela. Y por eso hay recurrencia de su poesía en él. Hoy más que nunca, porque hace cien años que vino al mundo alguien con una sensibilidad y un don literario tan profundos, recordemos los versos del poeta.
Volviendo a Miguel Hernández, y aprovechando que hoy en todas partes se habla de él, creo que a este excepcional poeta la originalidad le vino de sus lecturas. Porque siempre se ha hablado de que Hernández es un poeta autodidacta, pero lo cierto es que leyó mucho y a muy buenos poetas españoles y que fue así como nutrió su excelencia.
Este blog, que sólo tiene en común con Miguel Hernández que se va haciendo con palabras, ha sido elegido por la gracia del poeta de Orihuela. Y por eso hay recurrencia de su poesía en él. Hoy más que nunca, porque hace cien años que vino al mundo alguien con una sensibilidad y un don literario tan profundos, recordemos los versos del poeta.
El mar también elige
puertos donde reír
como los marineros.
El mar de los que son.
El mar también elige
puertos donde morir.
Como los marineros.
El mar de los que fueron.
Cancionero y romancero de ausencias, Miguel Hernández
28 de octubre de 2010
26 de octubre de 2010
Rosa Parks
Es increíble lo bien que funcionan a veces nuestra memoria, nuestra mente y la red de relaciones que creamos entre ideas y recuerdos. A Rosa Parks, la señora que se negó a cederle su asiento a un blanco en un autobús en 1955, la veo cada día en el tren. El recorrido de la línea 4 del cercanías de Madrid es multirracial y cada día cientos de caras de personas de todas partes del cono Sur me miran desde el asiento que está frente al mío. Yo sonrío por dentro y me acuerdo de Rosa Parks porque fue una pionera y, en cierto modo, hizo posible hace 55 años que la normalidad llegase al transporte público. Es cierto que se han caído las barreras con respecto a la intolerancia racial, pero la mala educación mantiene de pie a embarazadas, ancianos y ancianas, niños o personas con alguna discapacidad física. Pero eso ya es otro cantar.
Aunque siento que vivo en una época en la que se respira más tolerancia que en los 50 estadounidenses, también es verdad que creo que aún hay que cambiar muchas cosas. Sigue habiendo un racismo flagrante y miremos hacia el lugar que miremos, veremos suspicacias, recelos e incluso desprecio contra nuestros conciudadanos extranjeros (y aquí hablo exclusivamente de los inmigrantes, los turistas no entrarían en ese grupo). Y eso ¡es tan despreciable!
A veces la sonrisa de la mañana se trueca en un destello de rabia e impotencia al saber que lo que a mí y a muchos otros nos parece tan natural en el tren, otros no aceptan en la clase de un colegio, en la consulta de un médico o en puestos de relativo poder. Pero ved a Obama, ahí está siguiendo la estela de Parks en un país que parece que lleva la delantera en la lucha por la igualdad racial. Sé que a nosotros aún nos queda mucho tiempo y trabajo para lograrlo, pero que podemos lograr cambios a pequeña escala. Sin ir más lejos, ayer estaba viendo un episodio de Anatomía de Grey, una serie estadounidense que suelen emitir en Cuatro con doblaje. Yo suelo adelantarme a las emisiones por internet y veo los capítulos en versión original con subtítulos en español. Mi sorpresa llegó ayer cuando observé cómo el doblaje de una de las doctoras, de origen afroamericano, transformaba el discurso en registro normal del personaje en un registro vulgar cargado de palabrotas o expresiones de la calle. Ese no era el estilo de lenguaje que la doctora empleaba. Y para alguien que no sepa algo de inglés, el traductor (esta vez sí es traidor, y con fines xenófobos) aprovechaba su condición de creador de palabras para mantener estereotipos ya pasados de moda sobre la raza. Una vergüenza. Si ese subtitulado hubiera estado bien hecho, se seguirían dando más pasos hacia la normalidad en lugar de estancarnos a mediados del siglo XX.
La lengua tiene poder. Y como llevamos viendo desde siempre, quien controla el idioma, controla el poder. Que cunda el ejemplo de Rosa Parks y se le dé a cada uno lo que le es propio e inviolable: la dignidad.
Aunque siento que vivo en una época en la que se respira más tolerancia que en los 50 estadounidenses, también es verdad que creo que aún hay que cambiar muchas cosas. Sigue habiendo un racismo flagrante y miremos hacia el lugar que miremos, veremos suspicacias, recelos e incluso desprecio contra nuestros conciudadanos extranjeros (y aquí hablo exclusivamente de los inmigrantes, los turistas no entrarían en ese grupo). Y eso ¡es tan despreciable!
A veces la sonrisa de la mañana se trueca en un destello de rabia e impotencia al saber que lo que a mí y a muchos otros nos parece tan natural en el tren, otros no aceptan en la clase de un colegio, en la consulta de un médico o en puestos de relativo poder. Pero ved a Obama, ahí está siguiendo la estela de Parks en un país que parece que lleva la delantera en la lucha por la igualdad racial. Sé que a nosotros aún nos queda mucho tiempo y trabajo para lograrlo, pero que podemos lograr cambios a pequeña escala. Sin ir más lejos, ayer estaba viendo un episodio de Anatomía de Grey, una serie estadounidense que suelen emitir en Cuatro con doblaje. Yo suelo adelantarme a las emisiones por internet y veo los capítulos en versión original con subtítulos en español. Mi sorpresa llegó ayer cuando observé cómo el doblaje de una de las doctoras, de origen afroamericano, transformaba el discurso en registro normal del personaje en un registro vulgar cargado de palabrotas o expresiones de la calle. Ese no era el estilo de lenguaje que la doctora empleaba. Y para alguien que no sepa algo de inglés, el traductor (esta vez sí es traidor, y con fines xenófobos) aprovechaba su condición de creador de palabras para mantener estereotipos ya pasados de moda sobre la raza. Una vergüenza. Si ese subtitulado hubiera estado bien hecho, se seguirían dando más pasos hacia la normalidad en lugar de estancarnos a mediados del siglo XX.
La lengua tiene poder. Y como llevamos viendo desde siempre, quien controla el idioma, controla el poder. Que cunda el ejemplo de Rosa Parks y se le dé a cada uno lo que le es propio e inviolable: la dignidad.
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25 de octubre de 2010
Traductor, ¿traidor?
Nunca pensé que la vuelta a la universidad fuese a ser como está siendo. Yo me las deseaba felices, con poquito trabajo, aprovechándome de la sabiduría de mis eruditos profesores, relacionándome con mis pequeños compañeros de clase y jugando al mus en los descansos. Todo esto con la experiencia de quien ya ha pasado por esto antes. Pero no. Tener que hacer tantísimas asignaturas implica dedicarle muchísimo tiempo al estudio. Así que los descansos con naipes se han convertido en escapadas fugaces a la biblioteca para aprovechar los ratos muertos, la sabiduría de mis profesores eruditos deja un poco que desear en algunos de ellos y el trabajo se me amontona implacable con el consiguiente amontonamiento de estrés. Uff.
Una de las asignaturas que más trabajo me están dando es la de traducción de inglés al español. Pensé, en un principio, que sería un paseo. Pero estoy comprobando que es de las más duras. Requiere disciplina y trabajo diario. Hay que interpretar perfectamente los textos y modelar una versión de ellos en nuestro idioma. Pero a veces, para que suene más bonito y la sintaxis no sea un calco literal del inglés, uno tiene que saltarse palabras, desechar los chistes y juegos de palabras (o inventar otros) y darle mil vueltas a alguna palabrita que no tiene equivalente en español. Así que, aunque a veces el traductor mejore el texto original, sigo teniendo la sensación de que traiciona la idea del autor, que lo pasa por su filtro interpretativo y que otras posibles lecturas quedan ancladas al olvido. M. y Y. no opinan que el traductor sea un traidor, hablamos de esto hace poco tiempo, pero yo lo paso fatal cada vez que me pongo ante un nuevo texto -que siempre es un nuevo reto- y trato de desentrañar líos semánticos y gramaticales que el escritor o la escritora original plantó ahí para complicarnos un poco más el trabajo... Porque hay veces en las que uno conoce todas las palabras, pero no es capaz de entender un texto.
Estos son los intrincados caminos de la lengua..
Eso sí, aunque intrincados, siempre terminan siendo satisfactorios.
Una de las asignaturas que más trabajo me están dando es la de traducción de inglés al español. Pensé, en un principio, que sería un paseo. Pero estoy comprobando que es de las más duras. Requiere disciplina y trabajo diario. Hay que interpretar perfectamente los textos y modelar una versión de ellos en nuestro idioma. Pero a veces, para que suene más bonito y la sintaxis no sea un calco literal del inglés, uno tiene que saltarse palabras, desechar los chistes y juegos de palabras (o inventar otros) y darle mil vueltas a alguna palabrita que no tiene equivalente en español. Así que, aunque a veces el traductor mejore el texto original, sigo teniendo la sensación de que traiciona la idea del autor, que lo pasa por su filtro interpretativo y que otras posibles lecturas quedan ancladas al olvido. M. y Y. no opinan que el traductor sea un traidor, hablamos de esto hace poco tiempo, pero yo lo paso fatal cada vez que me pongo ante un nuevo texto -que siempre es un nuevo reto- y trato de desentrañar líos semánticos y gramaticales que el escritor o la escritora original plantó ahí para complicarnos un poco más el trabajo... Porque hay veces en las que uno conoce todas las palabras, pero no es capaz de entender un texto.
Estos son los intrincados caminos de la lengua..
Eso sí, aunque intrincados, siempre terminan siendo satisfactorios.
22 de octubre de 2010
Marta
21 de octubre de 2010
Contigo
Ahora que parece que todo mi mundo empieza de nuevo a civilizarse (en el más puro estilo Mark Twain) me da otra vez por Sabina. No sé muy bien por qué, porque no he vuelto a él buscando cosas de antaño. Ha sido Sabina el que ha venido a mí de forma inesperada. Dos versos que llevo tarareando toda la semana, pero ayer no se lo dije a mi anónimo, por no hablar siempre de lo mismo.
Y los versos de la manzana, por supuesto, siempre esos versos maravillosos.
No me esperes a las doce en el juzgado
no me digas volvamos a empezar.
Y los versos de la manzana, por supuesto, siempre esos versos maravillosos.
El blog de Elvira
Es otoño y hace frío, pero entras en el blog de Elvira y además de sentirte invadido por su espíritu europeo/viajero, te llega un calorcito agradable comparable al de un café con amigos, un libro leído en domingo junto a los rayos que entran por la ventana, o el crujir de las hojas del otoño. El blog de Elvira es como una casa abierta a todos donde lees y piensas qué razón tiene Elvira, cómo siente, cómo vive, cómo aprecia la vida Elvira.
Por eso vuelvo a cambiar el diseño del blog, porque fuera de casa hace frío y cuando entres, quiero que sientas también aquí un calorcito amigo: el de los abrazos, el café otoñal y las pantuflas de borrego.
Por eso vuelvo a cambiar el diseño del blog, porque fuera de casa hace frío y cuando entres, quiero que sientas también aquí un calorcito amigo: el de los abrazos, el café otoñal y las pantuflas de borrego.
20 de octubre de 2010
Cuando todo es uno y uno lo es todo.
Si me fuera posible, escribiría más. No tengo que darle explicaciones a nadie, pero se me escapa el tiempo de las manos y la recurrencia constante de las clases y los trenes no me deja un hueco para pararme y escribir algo nuevo.
Aún así, tengo ideas, quiero hablar sobre el libro de Javi, ¿Cómo le explico esto a un extraterrestre?, que leí hace meses y del que quería hacer una alabanza. Sobre todo, a alguna de las preguntas que se hace el extraterrestre de la portada. Es cierto que actuamos, muchas veces, de forma irracional y no nos damos cuenta de ello. No se nos ocurriría hacernos esas preguntas, pero las leemos y cobran sentido en nuestra realidad. Y es que siempre hay alguien que, a pesar de todo su trabajo, puede reflexionar esas cosas y nos las pone delante, para que también nosotros pensemos en ellas.
También quería hablar de la obra de teatro La vida por delante, en la que actúa Concha Velasco y que me apasionó cuando la vi. Además de los actores y el texto en sí mismos, que son extraordinarios, me gustó encontrarme a una persona ciega a mi lado que pudo disfrutar de toda la obra más que muchos otros lograron hacerlo. Porque él usó sus cuatro sentidos y quienes los tenemos todos, a veces somos incapaces de emplearlos eficazmente.
Y por supuesto, llevo queriendo decir algo fundamental sobre Luis Tosar mucho tiempo. Quien me conozca sabrá que le he seguido desde que empezó. Me encanta por muchas razones y una de ellas es que es un actor sin parangón en el panorama del cine español actual. Dicen que está de moda porque empieza y termina el año con éxitos. Parece que ahora todos creen que España está de moda en cuanto a lo que a actores se refiere. Woody Allen afirmaba recientemente que los mejores actores de nuestro tiempo son españoles, y claro, él no podía ser tan bobo de dejarlos escapar, por eso crea una galería de personajes que adapta a nuestra Cruz y nuestros Bardem y Banderas. Pero Tosar no cruza aún el charco a lo grande. Porque como todos los buenos, es humilde y en su humildad protagoniza papeles para ennoblecer el tan denostado cine patrio. Y lo hace tan bien, que se sale. Y por eso dicen que está de moda. Pero, como todos los genios, no es que ahora Tosar esté de moda. No. Él siempre crea tendencia. Por, como decían en El País Semanal de este domingo, su mirada modulada y pensada para llegar al alma. Tosar habla con la voz y con los ojos. Eso lo convierte en un genio que llega a lo más profundo de nosotros y nos deja una huella imborrable de todos los papeles que encarna. Es un genio y, como genio, estará siempre de moda.
Todas estas cosas quería contaros en estos días. Acabo de cubrir tres entradas en una. Y aún me queda la sensación de que tengo muchas cosas por decir. Todo se vuelve uno, aunque de cada uno podría decir cientos de cosas más.
Iré soltando más gotitas poco a poco. Entre trenes y clases.
Aún así, tengo ideas, quiero hablar sobre el libro de Javi, ¿Cómo le explico esto a un extraterrestre?, que leí hace meses y del que quería hacer una alabanza. Sobre todo, a alguna de las preguntas que se hace el extraterrestre de la portada. Es cierto que actuamos, muchas veces, de forma irracional y no nos damos cuenta de ello. No se nos ocurriría hacernos esas preguntas, pero las leemos y cobran sentido en nuestra realidad. Y es que siempre hay alguien que, a pesar de todo su trabajo, puede reflexionar esas cosas y nos las pone delante, para que también nosotros pensemos en ellas.
También quería hablar de la obra de teatro La vida por delante, en la que actúa Concha Velasco y que me apasionó cuando la vi. Además de los actores y el texto en sí mismos, que son extraordinarios, me gustó encontrarme a una persona ciega a mi lado que pudo disfrutar de toda la obra más que muchos otros lograron hacerlo. Porque él usó sus cuatro sentidos y quienes los tenemos todos, a veces somos incapaces de emplearlos eficazmente.
Y por supuesto, llevo queriendo decir algo fundamental sobre Luis Tosar mucho tiempo. Quien me conozca sabrá que le he seguido desde que empezó. Me encanta por muchas razones y una de ellas es que es un actor sin parangón en el panorama del cine español actual. Dicen que está de moda porque empieza y termina el año con éxitos. Parece que ahora todos creen que España está de moda en cuanto a lo que a actores se refiere. Woody Allen afirmaba recientemente que los mejores actores de nuestro tiempo son españoles, y claro, él no podía ser tan bobo de dejarlos escapar, por eso crea una galería de personajes que adapta a nuestra Cruz y nuestros Bardem y Banderas. Pero Tosar no cruza aún el charco a lo grande. Porque como todos los buenos, es humilde y en su humildad protagoniza papeles para ennoblecer el tan denostado cine patrio. Y lo hace tan bien, que se sale. Y por eso dicen que está de moda. Pero, como todos los genios, no es que ahora Tosar esté de moda. No. Él siempre crea tendencia. Por, como decían en El País Semanal de este domingo, su mirada modulada y pensada para llegar al alma. Tosar habla con la voz y con los ojos. Eso lo convierte en un genio que llega a lo más profundo de nosotros y nos deja una huella imborrable de todos los papeles que encarna. Es un genio y, como genio, estará siempre de moda.
Todas estas cosas quería contaros en estos días. Acabo de cubrir tres entradas en una. Y aún me queda la sensación de que tengo muchas cosas por decir. Todo se vuelve uno, aunque de cada uno podría decir cientos de cosas más.
Iré soltando más gotitas poco a poco. Entre trenes y clases.
17 de octubre de 2010
Citas/10 Nacionalismos
"De noche nos detuvimos ante la catedral, cuyas puntas resplandecían con fulgores mágicos a la luz de la luna. Milagros tan cautivadores, ¿pertenecían todavía a una "patria"? ¿No nos pertenecían a todos?"
Stefan Zweig, El mundo de ayer. Memorias de un europeo
14 de octubre de 2010
Ciencia
Las mismas disciplinas que envían al hombre a la luna y destruyen grandes porciones de humanidad por la simple adquisición de poder y supremacía del ser humano, son las que han sacado del interior de la tierra a treinta y tres chilenos que no aspiran a la fama o la gloria, porque no son artistas, ellos simplemente son personas, supervivientes, trabajadores...
Aunque la vuelta a la vida será difícil, volverán a ver la luz del sol y a la gente que más quieren, el mejor regalo del que nadie nos puede despojar. Y la esperanza.
Felicidades a estos hombres y sus familias. Felicidades al ser humano, porque éste es un gran paso para el hombre. A ver si empuja al gran paso de los gobiernos.
Aunque la vuelta a la vida será difícil, volverán a ver la luz del sol y a la gente que más quieren, el mejor regalo del que nadie nos puede despojar. Y la esperanza.
Felicidades a estos hombres y sus familias. Felicidades al ser humano, porque éste es un gran paso para el hombre. A ver si empuja al gran paso de los gobiernos.
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13 de octubre de 2010
Mujeres escritoras /3
HILDEGARD VON BINGEN
Posiblemente sea la primera mujer escritora de la que se conserven los textos. O mejor, posiblemente sea la primera mujer escritora que firmó sus textos. Era Hildegard von Bingen y ahora está 'de moda'. Nació a finales del siglo XI en Alemania y revolucionó los círculos eclesiásticos y monásticos del momento. Valiéndose de las visiones que decía percibir por parte de Dios, logró que le permitieran transcribir las palabras que sentía y veía a través de la luz divina. Fueran reales o no esas visiones, lo cierto es que Hildegarda fue una monja muy inteligente que supo valerse de las ventajas de su situación privilegiada (recuerda que en esa época si uno no era noble y quería sobrevivir dignamente, debía pertenecer al otro alto estamento de la sociedad del momento: el clero) para reclamar el derecho de las mujeres y de los individuos, fuera cual fuera su condición. Se instruyó a fondo en las ciencias y en la música y ganó pronto el apoyo de sus hermanas. Se rebeló contra sus superiores y consiguió que la comunidad de monjas de la que se encargaba pudiera trasladarse a otro monasterio que les alejara de la tiranía de los varones. En fin, todo un ejemplo de comportamiento y de vida. Aún más admirable teniendo en cuenta los años en los que vivió.
Decía arriba que Hildegarda está de moda. Y es que han filmado una película sobre su vida. Tuve la oportunidad de verla el otro día en versión original y me gustó no sólo por la historia, sino por la fotografía, la música, la dirección... Una película que te recomiendo muy vivamente. De las que dejan un recuerdo muy agradable. Una sola pega: no la han doblado aún al castellano. Y creo que sólo la ponen en Madrid en los cines Golum. Si puedes, acércate y disfrútala. La integridad que rebosa la personalidad de la protagonista te llegará muy dentro y te hará pensar. El buen cine y la buena literatura siempre lo hacen.
Posiblemente sea la primera mujer escritora de la que se conserven los textos. O mejor, posiblemente sea la primera mujer escritora que firmó sus textos. Era Hildegard von Bingen y ahora está 'de moda'. Nació a finales del siglo XI en Alemania y revolucionó los círculos eclesiásticos y monásticos del momento. Valiéndose de las visiones que decía percibir por parte de Dios, logró que le permitieran transcribir las palabras que sentía y veía a través de la luz divina. Fueran reales o no esas visiones, lo cierto es que Hildegarda fue una monja muy inteligente que supo valerse de las ventajas de su situación privilegiada (recuerda que en esa época si uno no era noble y quería sobrevivir dignamente, debía pertenecer al otro alto estamento de la sociedad del momento: el clero) para reclamar el derecho de las mujeres y de los individuos, fuera cual fuera su condición. Se instruyó a fondo en las ciencias y en la música y ganó pronto el apoyo de sus hermanas. Se rebeló contra sus superiores y consiguió que la comunidad de monjas de la que se encargaba pudiera trasladarse a otro monasterio que les alejara de la tiranía de los varones. En fin, todo un ejemplo de comportamiento y de vida. Aún más admirable teniendo en cuenta los años en los que vivió.
Decía arriba que Hildegarda está de moda. Y es que han filmado una película sobre su vida. Tuve la oportunidad de verla el otro día en versión original y me gustó no sólo por la historia, sino por la fotografía, la música, la dirección... Una película que te recomiendo muy vivamente. De las que dejan un recuerdo muy agradable. Una sola pega: no la han doblado aún al castellano. Y creo que sólo la ponen en Madrid en los cines Golum. Si puedes, acércate y disfrútala. La integridad que rebosa la personalidad de la protagonista te llegará muy dentro y te hará pensar. El buen cine y la buena literatura siempre lo hacen.
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12 de octubre de 2010
10 de octubre de 2010
Cifras redondas
Hay personas que sienten desconfianza por las cifras redondas. Si alguien tiene una idea mínima de psicología mercantil sabrá que hay unas cifras, las llamadas cifras psicológicas, que evitan pronunciar las temidas cifras redondas. Creo que por eso los números pares o los terminados en cero no suelen ser los "favoritos". Si preguntas a la gente, te dirá que su número favorito es el 3, o el 7 o el 9. A mí me causa alivio el 9. Me gusta especialmente desde siempre. Supongo que porque nací un día 9, porque es una cifra psicológica o porque además de un número puede entenderse como una letra, la g minúscula. Hay un genio, un cerebro superdotado o sabio, llamado Daniel Tammet, que percibe los números como formas. Este joven afirma del 9 que es un número que puede llegar a intimidar, quizás porque preludia la perfección redonda del 10.
Las cifras redondas, cargadas de ceros, crean más inseguridad. Aún así, para los supersticiosos hoy puede ser un buen día. Y aunque yo reniegue de supercherías y las cifras redondas me creen inquietud, aquí me tienes, hablándole al mundo a esta hora de la mañana, para asegurarme que hoy sea un día redondo.
Las cifras redondas, cargadas de ceros, crean más inseguridad. Aún así, para los supersticiosos hoy puede ser un buen día. Y aunque yo reniegue de supercherías y las cifras redondas me creen inquietud, aquí me tienes, hablándole al mundo a esta hora de la mañana, para asegurarme que hoy sea un día redondo.
6 de octubre de 2010
Utilitarismo
En esta sociedad de consumo y en crisis, hay que buscarle utilidad a todo. "Pero, profe, ¿para qué me sirve saber las teorías de Platón y saber analizar una oración?". Quizás no exactamente de ese modo, pero esta es la típica pregunta que muchos adolescentes a lo largo de la historia de la educación les han hecho a sus profesores. Los profesores, que son apasionados en la materia que enseñan (generalizo y así parece que la situación no está tan mal en este sentido como realmente creo que está), se van por las ramas y hablan de lo maravilloso que es saber y que su asignatura es la mejor, porque produce placer y sabiduría. En realidad, tampoco los profesores sabemos para qué sirve lo que estudiamos. ¿Y qué? Creo que la mayor utilidad que tiene la educación es formarnos como personas, lo que implica formarnos un criterio propio sobre las materias que se estudian, y de ahí en adelante sobre el mundo. Hay que estimular la mente leyendo y analizando oraciones (que nos enseñan a comprender un poco las jerarquías). Hay que saber filosofía y conocer las teorías más básicas para saber cuáles son los fundamentos de las sociedades en las que vivimos. Hay que dominar conceptos elementales de matemáticas, física o biología porque vivimos sobre un espacio que se rige por leyes que estudiaron y estudian científicos dedicados a estos asuntos. Y estas leyes permiten comprender mejor la posibilidad de la vida en la tierra. Aún así, algunos dirán que para qué sirve saber por qué estamos los seres humanos aquí. Y es que unida a esa necesidad imperante de demostrar utilidades, está la bien extendida costumbre de hacernos caer en la estupidez y adormecernos. O de no promover los despertares.
El conocimiento no debe ser útil, es necesario. Frente a algo que en mi opinión debe ser forzoso e inevitable, está lo que para otros "trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés". Será por eso que a los gobiernos les da por privatizar la enseñanza. Porque si no hay dinero de por medio, si no hay un interés subyacente, el conocimiento no interesa.
El conocimiento no debe ser útil, es necesario. Frente a algo que en mi opinión debe ser forzoso e inevitable, está lo que para otros "trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés". Será por eso que a los gobiernos les da por privatizar la enseñanza. Porque si no hay dinero de por medio, si no hay un interés subyacente, el conocimiento no interesa.
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5 de octubre de 2010
Clásicos contemporáneos /4
Más música elegante para estas primeras tardes de otoño. Empiezan los primeros fríos y los tés y cafés saben ahora mejor que nunca. La música tiene un aire como de mayor intensidad y es fácil encontrar el espacio de uno mismo bajo las cálidas luces ocres que nos ofrecen estos días que van siendo más cortos cada vez.
Una flauta y un trío de jazz de Claude Bolling son buenos compañeros de viaje para estos días que preludian festividades largas, visitas, estudio, cuentos, lectura y todo lo bello que a ti se te ocurra.
Una flauta y un trío de jazz de Claude Bolling son buenos compañeros de viaje para estos días que preludian festividades largas, visitas, estudio, cuentos, lectura y todo lo bello que a ti se te ocurra.
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4 de octubre de 2010
Actividad
Tengo el placer de comunicarte, lector, que las estadísticas del blog hablan de que éste vuelve a recuperar la actividad. No había habido tanta en este rinconcito de la red global desde febrero. Así que estoy de enhorabuena. Tanto por las entradas publicadas como por las visitas. Gracias por esto último.
A veces la vida nos mueve a escribir más en ciertos periodos. Parece que ahora estoy en un periodo de proliferación verbal. Yo espero que dure mucho, porque mantener los dedos activos sobre el teclado es siempre positivo para evitar la artrosis digital -y también la mental-. A ver si mi recién reestrenada vida de estudiante no me quita tiempo para seguir compartiendo contigo.
A veces la vida nos mueve a escribir más en ciertos periodos. Parece que ahora estoy en un periodo de proliferación verbal. Yo espero que dure mucho, porque mantener los dedos activos sobre el teclado es siempre positivo para evitar la artrosis digital -y también la mental-. A ver si mi recién reestrenada vida de estudiante no me quita tiempo para seguir compartiendo contigo.
3 de octubre de 2010
Citas /9
"-¿Qué hay para cenar? -preguntó un exigente Bernd desde el sofá.
- La muerte -dijo ella-. La muerte, únicamente."
Enrique Vila-Matas, Suicidios ejemplares
¿Qué tiene Vila-Matas que engancha tanto y tan profundamente? Me he dado cuenta de que el que cae en su red, tiene con él -con su literatura- una relación especial. Vila-Matas funciona como un imán y sus lectores como pequeñas piezas metálicas que se adhieren a él sin poder evitarlo. Es algo connatural a la especie del lector. Y uno cae en la red de Vila-Matas porque su mundo de ficción es tan real que parecería que nuestras propias vidas exceden en complejidad las de sus personajes. Complejidades simples -paradójicamente- son las de sus tramas. De repente, un pequeño incidente lo cambia todo. De tal forma que en su obra puede existir Rosa Schwarzer, que desea la muerte y cuando la tiene en su mano la rechaza. Porque al fin y al cabo y aunque ella se dijera, a veces, "Esta vida, para qué", esa era su vida. Una vida -una realidad- en la que las cosas son "escasas a propósito".
*La foto la he tomado del blog de Joaquín Corchero, "Los rincones de mi Sevilla".
2 de octubre de 2010
El tren me lleva a Lorca
Harold Bloom, el crítico literario, habla de esos textos que no necesitan una relectura. Son los textos grandes en sí mismos y por sus personajes. En algún punto de la obra de Bloom, El canon occidental, se nos dice que los autores canónicos crean personajes que sirven de referentes e influyen en obras posteriores -personalmente, creo que acaban influyendo no sólo a obras literarias posteriores, sino a cualquier obra humana; ¿con qué palabra, si no, definir a los donjuanes?- .
Pero no hace falta leer un tratado de crítica literaria o de teoría de la literatura para darse cuenta de cómo hay personajes recurrentes que acaban logrando ser tan importantes o más que sus creadores. Básicamente porque los sobreviven. Y no sólo eso, sino que a veces nos los encontramos en la vida diaria y los convertimos en metáforas de las personas que nos rodean.
Cuando leía a Bloom, eché de menos que mencionara a Celestina como uno de estos personajes. Sin embargo, él habla de Ulises, Otelo o Hamlet. Al hablar del canon se centra más en la literatura inglesa que en el resto de literaturas europeas y se olvida de nuestra Celestina. Pero también se olvida de las mujeres de Lorca. Y ahí era donde quería llegar yo en esta reflexión de blog.
Ayer viajaba en tren, como siempre. Y aquí no puedo más que hacer un guiño a mi amigo Manuel, que dice que me paso la vida en los trenes. En ese ir y venir de vida en trenes de cercanías; en ese leer y mirar el microcosmos de los vagones donde el azar me lleva cada día, me he topado con tres mujeres de una fuerza increíble. Parecía que se escapaban de una tragedia de Lorca y se diluían en la realidad. Mujeres de la edad de Bernarda pero con la rebeldía de Adela. Mujeres andaluzas con pelo negro recogido en moños que defienden a sus hijos como la Madre de Bodas de sangre. Entre Sol y Parla he visto todo el repertorio de mujeres de garra de Lorca sentado frente a mí. Y me ha dado por pensar en las palabras de Harold Bloom. Y he sentido orgullo de pertenecer al universo lingüístico lorquiano y pensar que también sus personajes son individuos, pero son universos. Universos de sentimientos, de llantos y de ideas.
He pensado todo esto y finalmente me ha quedado en vilo una pregunta para la que no voy a tener respuesta ahora ni nunca, ¿qué fue primero, Lorca o estas mujeres que viajaban ayer por la tarde en el tren? ¿Quién fue primero, Fernando de Rojas o la Celestina? Para Harold Bloom hay una respuesta a esto: el primero y el único es Shakespeare. Solo existe Shakespeare, y de ahí, el mundo. No sé aún si estar de acuerdo o no.
Pero no hace falta leer un tratado de crítica literaria o de teoría de la literatura para darse cuenta de cómo hay personajes recurrentes que acaban logrando ser tan importantes o más que sus creadores. Básicamente porque los sobreviven. Y no sólo eso, sino que a veces nos los encontramos en la vida diaria y los convertimos en metáforas de las personas que nos rodean.
Cuando leía a Bloom, eché de menos que mencionara a Celestina como uno de estos personajes. Sin embargo, él habla de Ulises, Otelo o Hamlet. Al hablar del canon se centra más en la literatura inglesa que en el resto de literaturas europeas y se olvida de nuestra Celestina. Pero también se olvida de las mujeres de Lorca. Y ahí era donde quería llegar yo en esta reflexión de blog.
Ayer viajaba en tren, como siempre. Y aquí no puedo más que hacer un guiño a mi amigo Manuel, que dice que me paso la vida en los trenes. En ese ir y venir de vida en trenes de cercanías; en ese leer y mirar el microcosmos de los vagones donde el azar me lleva cada día, me he topado con tres mujeres de una fuerza increíble. Parecía que se escapaban de una tragedia de Lorca y se diluían en la realidad. Mujeres de la edad de Bernarda pero con la rebeldía de Adela. Mujeres andaluzas con pelo negro recogido en moños que defienden a sus hijos como la Madre de Bodas de sangre. Entre Sol y Parla he visto todo el repertorio de mujeres de garra de Lorca sentado frente a mí. Y me ha dado por pensar en las palabras de Harold Bloom. Y he sentido orgullo de pertenecer al universo lingüístico lorquiano y pensar que también sus personajes son individuos, pero son universos. Universos de sentimientos, de llantos y de ideas.
He pensado todo esto y finalmente me ha quedado en vilo una pregunta para la que no voy a tener respuesta ahora ni nunca, ¿qué fue primero, Lorca o estas mujeres que viajaban ayer por la tarde en el tren? ¿Quién fue primero, Fernando de Rojas o la Celestina? Para Harold Bloom hay una respuesta a esto: el primero y el único es Shakespeare. Solo existe Shakespeare, y de ahí, el mundo. No sé aún si estar de acuerdo o no.
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1 de octubre de 2010
Infancia
Para los que están en Madrid, recomiendo una exposición maravillosa de fotografías de Isabel Muñoz sobre infancia y derechos de los niños. Ante todo, como dice ella, tienen el derecho a existir. Y sobre todo, a ser vistos y respetados. El otro día mi médica, mientras me hacía un chequeo rutinario, me habló de su hija pequeña y de cómo consideraba ella que se ha perdido el respeto a los niños. Me recordó la exposición de Isabel Muñoz y que no había hecho referencia a ella aquí. Hoy he vuelto a la infancia y a las imágenes excepcionales de esta fotógrafa y creo que tengo el deber de recomendar que vayas a verla. Porque la autora es una artista, pero sobre todo porque esos -y todos los- niños merecen ser mirados con cariño. Con el cariño de quien observa una obra de arte.
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