Más música elegante para estas primeras tardes de otoño. Empiezan los primeros fríos y los tés y cafés saben ahora mejor que nunca. La música tiene un aire como de mayor intensidad y es fácil encontrar el espacio de uno mismo bajo las cálidas luces ocres que nos ofrecen estos días que van siendo más cortos cada vez.
Una flauta y un trío de jazz de Claude Bolling son buenos compañeros de viaje para estos días que preludian festividades largas, visitas, estudio, cuentos, lectura y todo lo bello que a ti se te ocurra.
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