Estos días de atrás descubría la pintura de Robert Delaunay y su apellido me golpeaba la memoria. Alguna mujer pintora, de las de la colección aquella que elaboré hace unos años, llevaba ese apellido. Seguí revisando imágenes, el rincón de los recuerdos e internet -la fuente inagotable de la sabiduría contemporánea-, y apareció la esposa de Robert Delaunay, pintora cuyas obras me gustan aún más que las de él.
Su pintura se enmarca en el género del "cubismo órfico" y ahora que estoy leyendo la poesía cubista de Gertrude Stein empiezo a entender mejor no solo el estilo personal de cada uno de los artistas del periodo, sino el sentimiento colectivo de una generación que rompió con todo y lo hizo tan radicalmente, que aún nosotros seguimos intentando pegar los trozos y tratar de dar sentido a sus formas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario