22 de enero de 2012

Egoísmo


Me encantaría saber dónde reside el egoísmo, en qué parte del cerebro. Y si está cerca o lejos de la generosidad y de la gratuidad. Me gustaría saber si el espacio que la naturaleza le ha asignado a uno y a otro es el mismo. Porque tengo la sensación de que los cerebros están evolucionando haciéndole ganar espacio al egoísmo, matando todo resquicio de generosidad. 

Me encantaría saber si los primeros homo sapiens eran más egoístas o más generosos, si la civilización y la cultura nos han despojado de egoísmo o nos han recubierto de él. No sé si es el siglo XXI, la educación, la cultura de masas o el todo vale, pero observo con tristeza cómo las sociedades van acercándose cada vez más a lo que yo llamaría asociedades, espacios mentales o reales -ya no lo tengo muy claro- hechos por personas pero no para el resto de las personas, sino simplemente buscando el bien propio.

Me encantaría saber si se puede luchar contra el egoísmo de forma eficaz. Si la generosidad se aprende y si se puede enseñar. Me encantaría rodearme de personas que no fueran egoístas, que no pensaran sólo en ellos mismos y que pensaran en los demás con cariño, buscando su bien, el bien común; no como meros objetos de simple conversación.
Estamos rodeadeados de las personas más egoístas que existen en el mundo. Pero afortunadamente, también aparecen luces maravillosas dándolo todo de sí mismos para los demás, sin nada a cambio. Debe ser que la vida funciona así, siempre mayor porcentaje de lo malo que de lo bueno, para apreciar más lo bueno, para quererlo más, para retenerlo con nosotros en un ejercicio que intuyo también es de egoísmo.

2 comentarios:

Javier dijo...

Querida Patricia

La ciencia "pura y sin artificios" te diría que el egoísmo es una conducta que resulta evolutivamente favorable en determinados entornos. En particular, en la antigüedad cuando éramos grupos pequeños, el preocuparse mucho de uno mismo, su familia y "los suyos", era un comportamiento que favorecía la propagación genética de ese grupo, somos sus descendientes. Hoy en día somos una aldea global, así que los comportamientos que no favorecen al conjunto son perjudiciales (a la larga, snif) también para el individuo. Yo creo que debe haber algo más, me niego a pensar que sólo soy un bicho iluso (http://lacienciaparatodos.wordpress.com/2011/08/30/%C2%BFsoy-un-bicho-iluso/). Pienso que merece la pena vivir como si el amor y la belleza fueran reales... incluso aunque no lo fueran. Creo que es la última prueba de fe. Mucha luz y no desfallezcas,no nos podemos permitir el lujo de perder gente con ilusión en la educación, en realidad hay una evolución, aunque no lo parezca, aunque sea lenta..(http://lapizarradeyuri.blogspot.com/2010/03/el-pasado-era-una-mierda.html)

Un abrazo

Javi

Falsirego dijo...

Gracias, Javi, por tus palabras.
Otro abrazo fuerte también para ti.