19 de marzo de 2009

Caminante, no hay camino

Siempre que salgo a andar recuerdo los versos de Machado. O más bien recuerdo la voz de Serrat cantanto los versos de Machado.

A veces pienso que caminar es como leer poesía. Aunque camino menos que leo, cuando lo hago siento una libertad extraña, no sólo por poder desplazarme hacia donde quiero y como quiero, sino porque en los momentos de camino soy capaz de dejar volar la mente: de pensar en nada y en todo, de encontrar cosas que no sabía que tenía o cosas que llevaban perdidas mucho tiempo. Cuando uno camina, se libera. Se pierde y se encuentra, se enreda y se desatasca. Caminar, como leer poesía, es dedicarse tiempo a uno mismo. Es ganar salud en cada página. En cada metro andado.

No hay comentarios: