13 de octubre de 2009

sol de otoño

Estación de tren a las 4 de la tarde.
Octubre. Otoño.
Y un sol radiante que intenta entrar a mi piel a través de los huecos del jersey calado.
Estreno corte de pelo, sonrisa y semana.
Aún así, ya estoy cansada.
Sin embargo este sol de otoño me da la vida. Cierro los ojos y dejo que el jazz de Marta me inunde, junto con el sol, en un banco metálico de una estación de tren de Madrid.
Ahora cierro los ojos de nuevo. Esta vez ante la luna. Sigo escuchando música, esta vez no es jazz. Un "últimamente" firme de Serrano, de esos de cuando uno está perdido y reconoce que en las esquinas de la vida la sobrevida acecha.



Ahora, a dormir.

2 comentarios:

Iago Morais dijo...

Me encanta,
me encantas!

"Ultimamente planeo una huida, para reacer mi vida, probablemente en Marte; seguro que allí no hay nadie empeñado en aconsejarme: Ismael ¿qué te pasa? No estudias, no trabajas"

Falsirego dijo...

Ay, Iaguito, que me sonrojo.