Hay días redondos como lunas.
Días que dan la vuelta y que, aunque terminen antes del fin del día, se han llenado más que otras veces.
Día redondo que comenzaba con blog y termina con blog.
Y en el medio una gran decepción (es mi primer año, supongo que aprenderé a no decepcionarme por la actitud de mis alumnos, aunque yo sea su tutoría), comida deliciosa, mejor compañía, poesía, mujeres, libros, callejones madrileños, San Cristóbal, un tí con tilde en la i que duele como una puñalada trapera, Mahoma, dos cuentos del Magreb, una pizca de teatro y una nueva decepción. La de saber que, a veces, no hay comunicación posible, aunque nos esforcemos.
Sueño en los ojos
en este día redondo como una luna.
A pesar de las decepciones, a pesar de la doble imagen de nuestro yo, a pesar de la filología "desfilologizada", siempre queda la vida, que acude como una certeza a salvarnos.
A O'Keeffe la pongo porque es una de las mujeres de este día redondo. Redondo como el origen de la vida.
1 comentario:
Un abrazo.
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