Él era coleccionista de libros.
A ella le interesaba más coleccionar recuerdos.
En algún momento de su historia llegaron a encontrar el punto que unía lo humano con lo ficticio. Y aunque él vivía más de realidades inventadas, él estaba más en la realidad. Ella en el pasado, que es el mayor tipo de ficción que uno puede llegar a crear.
1 comentario:
Patri, ¡¡me encanta, me encanta!! ¡Me encantan estos mini relatos! :)
Y tu post (no sé si se dice así) sobre la manifestación de ayer, ¡genial!
Se merece un café con reflexiones varias en Logroño o en Madrid, ¡¡pero yaaaa!!
¡Un abrazo!
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