Para Clara, lectora asidua.
Él no solo coleccionaba libros, sino que los amaba. Con un amor que sobresalía el que sentía por ella. Por eso, ella nunca supo si, cuando la miraba con esa mirada de los enamorados, releía en ella las palabras que antes le había robado a los libros.
Intentó que la biblioteca de su cuerpo se llenara de rincones, libros y palabras inexploradas para lograr que él la amara con el mismo amor, la misma intensidad, con que amaba a su librería.
1 comentario:
¡¡Me ha encantado (como todos)!!
Gracias por escribir y por dejar(nos) leerte.
Publicar un comentario