26 de octubre de 2008
Amigas
Hay una palabra que me encanta, porque encierra gran parte de la magia de la vida, esa palabra es amigo, amiga. Me gusta por lo que significa, no por lo que es. Como dirían los lingüistas serios, me gusta por el significado, no por el significante. Pues eso.
Este fin de semana he estado amigando.
Es curioso, porque existen muchos derivados de la palabra amigo: "amigable", "amistoso", "enemigo", "enemistarse", "amistad", "amigabilidad",... Y los utilizamos continuamente. Por curiosidad, he echado un vistazo en el diccionario María Moliner, que debe ser uno de los libros de cabecera de todo registrador de la lengua que se precie, y he visto que existen dos palabras que no había oído ni leído nunca antes: amistar y amigar, ambas con el sentido de 'hacer amigos'. Pero, ¿qué hay del concepto 'estar con amigos', 'pasar un buen rato con amigos', 'fortalecer una amistad'? Para eso no hay un verbo concreto, y yo lo echo de menos. Porque ¿cómo expresar lo que he vivido este fin de semana?
Alegría. Sobre todo alegría. Pero alegría con amigas. He recibido dos visitas: una esperada, y la otra inesperada. La esperada era la de Clara, con la que comparto filología por un tubo, confianza, recuerdos, Salamanca, gallego, catalán, Serrat, rock, cervezas,... La inesperada era la de Carmen y Nerea, autoras de un blog precioso, lleno de poesía, de sensibilidad creadora, de vida. Con ellas me une una relación de fraternidad, de museos y conferencias, de charla, de confianza, de maestra-alumna. Las tres, de las tres.
Con ellas he vivido un fin de semana intenso. Y mucha alegría. Porque las cuatro somos chicas alegres. Este fin de semana sólo he echado de menos una palabra para esto.
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1 comentario:
Creo que lo más bonito de esto es que no hay palabras, sólo sentimientos. Lo inefable.
Muchas gracias por todos los momentos de este corto pero intenso fin de semana. Gracias.
¡¡¡Un besaaaaazo!!!
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