Para los amantes de la lluvia, como yo, es un regalo climatológico lo de los últimos días: lluvia sin parar, calles mojadas, olor a humedad, nieve, frío... Hacía tiempo que no me sentía físicamente tan a gusto. Sentir el frío y el viento en la cara me despierta, me alerta, me hace sentir que la naturaleza, por mucho que no lo queramos aceptar, está tan por encima de nosotros, que hace lo que quiere y cuando quiere.
Pero hoy es el día del descanso de la lluvia. Un sol que abriga los corazones se ha instalado frente a la terraza de casa. Ha entrado hasta el fondo de casa llenándola de luz e intensidad. Llenándola de energía para los días que llegan: días de vuelta al trabajo (de verdad); días de sonrisas y reencuentros; días de ánimo y fuerzas.
Para los amantes de la lluvia, como yo, también es un regalo este descanso de la lluvia.
Imagen obtenida en Flickr
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