18 de enero de 2010

El sentido de la vida

La vida tiene sentido porque nosotros se lo damos. Y la vida tiene sentido solo algunos días y desde algunas perspectivas. Luis Cernuda dijo "tú justificas mi existencia" y sólo ese hacía que su vida mereciera la pena.

A veces, pienso eso y lo aplico al blog. Pienso en cuál es el sentido de mi blog. Ahí está, a veces como el descanso de la rutina, otras veces es una obligación que cumplir, casi una carga. La mayoría del tiempo, sin embargo, es una excusa para crear, para dar vida y encontrar también el sentido de mi vida. Cuando llegan las tristezas, esas que replantean la vida de uno y la vida de los otros (últimamente no dejo de pensar en el desastre de Haití), llegan los parones blogueros. Y solo la lectura de otros blogs hace que renazcan las ganas de crear, de darle piernas a este blog que parece, a veces, que anda solo.

Como en mi propia vida, el sentido de este blog nace de la lectura. La lectura que es placer y vivencia de otras vidas. Una lectura que es una escritura, un sueño, un cuento aún por contar. Voy a seguir leyendo. Voy a seguir leyéndome en cada frase que leo. A lo mejor entiendo el sentido de la vida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mujer, no sufras tanto por Haití. Sufre por tu patria. Que lo ha dicho un obispo, el de San Sebastián: la pérdida de valores en España es más grave que la desgracia acaecida en Haití. Que no tienes perspectiva, mujer, mujer...

Iago Morais dijo...

Que el blog nunca sea una obligación; más vale una entrada buena en tres meses que tres entradas malas al dia.

Al hilo del asunto de Haiti, aprovecho para comentarte mi opinión. No me agrada la actitud de algunas personas que sólo se acuerdan de estos países cuando les sucede una tragedia de este tipo; cuando en realidad estos países viven una tragedia continuada. (Y esto se refleja en la ayuda internacional. ¿Los países sólo se movilizan cuando mueren decenas de miles de golpe? ¿No les valía con que en Haiti mueriesen cientos de personas al día por inanición?)
¿Qué opinas al respecto?

Y disculpa por no ceñirme del todo en mi comentario a la idea central de la entrada ;)

Manuel Casal dijo...

“Tú justificas mi existencia”. Es verdad. Tú, que lees esto, que a veces eres la única persona que lee esto, o el único alumno que entiende lo que digo, o la única persona que me atiende, o la única persona que me quiere. Te necesito, tú. “Tú” también eres tú, P., bloguera tan humana.

No acabo de entrar en que el blog sea una excusa para crear. Más bien, la ocasión. Hay que crear. El mayor sentido a la vida se lo da la creación. Nietzsche. Producir, no reproducir. Inventar. Creo que a eso hemos venido. Da igual la escala en la que creemos. La creación es la mayor fuente de alegría. Y de esto estoy seguro: hemos venido a estar alegres. El que lo impida no es humano. Y el que no esté de acuerdo, creo humildemente que no se ha enterado.

Leer. Leer y/o viajar: la necesidad.

Hay muchos haitíes. Siempre. Constantemente. Pero hay momentos de concentración.

Los griegos inventaron el ostracismo. Escribían en una piedra (ostracon) el nombre del que debía ser expulsado de la polis durante un tiempo. Iba a poner a Munilla. Pero me he dado cuenta de que aquí necesitamos una montaña de piedras. Uf.

Un beso. P.. Un beso a todos tus lectores/as.

Falsirego dijo...

Si que es verdad, Iago, que decenas de miles de personas mueren al día por hambre. Que la pobreza estaba en Haití antes de que el terremoto asolara el país. Igual que es verdad que en mi barrio hay varias mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas, que también en mi barrio hay dos o tres hombres durmiendo en bancos (y esto nunca había pasado antes aquí), que hay un montón de ancianos abandonados y que más de un niño pasa hambre a diario. Y es mi barrio. Y salgo a la calle todos los días y no siempre los veo. Intuyo que están ahí, y algunas veces, desde mi individualidad trato de ayudar como puedo. De esos países que sólo se movilizan cuando mueren decenas de miles de golpe, seguro que hay otras tantas personas que estaban al tanto de la situación, de gente que a veces no quiso mirar y que otras trató de ayudar como pudo.

Es cierto que es una vergüenza que tengan que ocurrir cosas así para concienciarnos de cómo está el mundo, pero también es cierto que es prácticamente imposible hacer algo por todos los países que sufren las guerras y el hambre. Y sobre todo, es muy triste, a veces, saber que a miles de kilómetros la gente sufre y que nosotros sólo podamos hacer una transferencia bancaria.

En cuanto a las palabras de Manuel, la verdad es que no sé muy bien si el blog es una excusa o una ocasión para crear, lo cierto es que es el blog quien tira de mí. O quizás la Patricia del pasado que pensó que podría mantener un blog abierto y que escribiría en él cada día. Abrir un blog para obligarse a crear. Eso ya es más serio. Leer. El placer del todo a cambio de nada. A veces pienso que habría sido más fácil dejarme alumbrar por la creación de los otros.

Y para Manilla y los que son como Manilla no tengo comentarios.