25 de septiembre de 2010

6 días


A abrir la calle
a tapar la calle
a vivir la calle
a soñar la calle
a tomar la calle

"A tapar la calle", Pablo Guerrero


Hace seis días que murió. Y en Aragón, la gente salió a la calle a cantarle. La calle se abrió para todos los ciudadanos que quisieron recordarle con sus canciones para la libertad.

No entiendo muy bien por qué, pero he llorado más a Labordeta que a todos los escritores que nos han abandonado este año. He llorado a Labordeta porque (quizás) lo he sentido más mío que a cualquier otro escritor. Ni Delibes ni Saramago. El aragonés de bigote impecable y mochila a la espalda fue uno más entre todos los españoles que en una época ansiaron libertad. Jose Antonio se puso la bandera de ciudadano universal y desde su querida tierra chica luchó por los derechos de las personas, por sus libertades; y se hizo escuchar como nunca nadie en el Congreso.

Ojalá se cumpla el deseo de Pablo Guerrero que cantó el propio Labordeta. Que se tapen las calles a los que visten de negro, lleven pistola y hablen de la guerra. Que se abran las calles a personas como Labordeta. Y que los que andamos por la calle seamos capaces de descubrirlos a tiempo.

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