Poema del día quinto
Dudas si vivo aquí,
si se aprecia una mínima
reliquia de mi vida en estos versos,

cuanto en ellas se ofrece.
Y es sincera tu duda
y fácil la respuesta.
Recuerda los silencios, la lentísima espera,
los años de costosas palabras tan amargas
como si contemplara la pérdida de sangre.
Y cuenta la tardanza
como espera en cierre de una puerta invisible
hacia no sabes donde.
Lee entonces mis palabras, vivas, alimentadas
con dolor por la espera, fervientes y maduras.
(En Líquenes sobre la piedra, David Ferrer)
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