Posar los ojos sobre una serie de caracteres, que podemos interpretar, y comprender cada una de las palabras de que se compone un texto. Otra cosa es comprender el texto. Otra cosa es asimilar el texto. Otra cosa es creer en lo que dice el texto. Otra cosa es llegar a ser mejor persona porque lo que nos dice el texto nos hace mejor persona. Otra cosa es evadirnos de nuestra vida y entrar en la vida propia del texto -hablo de la ficción, del ensayo, de la poesía, del teatro-. Otra cosa es emocionarnos con el texto. Otra cosa es encontrarnos en el texto. Otra cosa es viajar con el texto. Otra cosa es escondernos dentro del texto. Otra cosa es llegar a ser peor persona porque lo que nos dice el texto nos hace peores personas. Otra cosa es aprender. Otra cosa es imaginar. Otra cosa es diversión.
Leer es eso mismo:leer; pero también las otras cosas.
¿No crees?
4 comentarios:
Leer es contemplar el nacimiento de una flor, admirar cómo van saliendo nuevas hojas cada vez más sorprendentes, colores siempre tan luminosos, formas tan bien diseñadas, complejidades tan insospechadas dentro de la simplicidad de lo bien hecho. Así, hasta darte cuenta de que estás en contacto con la belleza. Es la sensación que he tenido leyendo este post.
Recién levantado, los pétalos se tornan hojas. Lo siento.
¿Por qué la disculpa?
No, Falsirego, si tienes razón. No es para pedir disculpas. Pero está feo hablar de la belleza confundiendo los pétalos con hojas. Cuando nace una flor, lo que salen son pétalos. Es que no se puede escribir de cualquier manera ni sin revisar lo escrito.
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