XII
Cuerpo entre yerba y pólvora soñado,
amor de brizna helada y explosiones,
sólo me diste un haz de exhalaciones
sobre un temblor de césped graneado.
Ya que mi sangre armaste de humo helado
y grama ardida en mis entrañas pones,
prende treguas, congela mediaciones,
volviendo a yerba y pólvora mi estado.
Verde pie en el desastre, desafío
de estallada pasión y lumbre fiera
contra el helor quemado de tu empeño.
Mas ¿cómo arder, si el humo ya está frío,
si el césped ya es ceniza barredera
y fue tan sólo pólvora de mi sueño?
No hay comentarios:
Publicar un comentario