27 de diciembre de 2008

El mar / Vivir 2

¿Cómo no amar el mar?

El mar es silencio.
El mar es vida.
El mar son tus ojos mirando mis ojos.
El mar es música.
El mar es cerrar los ojos y volar.
El mar es agua.
El mar es la unión de los pueblos.
El mar es el sustento de los pueblos.
El mar es un diálogo conmigo y contigo.
El mar es finito e infinito al mismo tiempo
El mar es Dios -para quien crea en dioses-.
El mar es nada -para quien crea en nada-.
El mar es...
¡¡El mar es tantas cosas...!!

Muchos poetas, a lo largo de siglos de historia de la palabra, han cantado y ponderado al mar. El que con más amor y más sutileza lo ha hecho -gracias Enrique por regalármelo, gracias Marina por recordármelo- es Pedro Salinas en un poemario espléndido llamado El contemplado. De la poesía hablaré más tarde, pero ahora no te escapas sin leer a Salinas:

EL CONTEMPLADO

Tema

De mirarte tanto y tanto,
de horizonte a la arena,
despacio,
del caracol al celaje,
brillo a brillo, pasmo a pasmo,
te he dado nombre; los ojos
te lo encontraron, mirándote.
Por las noches,
soñando que te miraba,
al abrigo de los párpados
maduró, sin yo saberlo,
este nombre tan redondo
que hoy me descendió a los labios.
Y lo dicen asombrados
de lo tarde que lo dicen.
¡Si era fatal el llamártelo!
¡Si antes de la voz, ya estaba
en el silencio tan claro!
¡Si tú has sido para mí,
desde el día
que mis ojos te estrenaron,
el contemplado, el constante
Contemplado!

No hay comentarios: