Así, la mujer fue capaz de mostrar abiertamente su feminidad, sus vivencias, sus experiencias personales e incluso su sexualidad. Gerda Wegener fue más allá, y en los inicios del siglo XX se atrevió con la pintura erótica. Pero no trató el erotismo heterosexual, sino que, yendo un paso más adelante, plasmó en su obra de dibujos alegres y desinhibidos un erotismo lésbico muy explícito y que no debió de hacer mucha gracia entonces.

Esta pintora danesa es considerada como un personaje fundamental dentro de la cultura lésbica y su historia personal no deja de estar cargada de elementos nada ortodoxos para la época en la que vivió.
Mujeres como ella son las que empezaron a abrir el camino. Un camino, que por desgracia, todavía hoy en día cuesta mucho andar...
1 comentario:
Es difícil pero el camino hay que andarlo, Una fuerte abrazo y agradecimiento por tu nota.
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