XIX
(Guerra a la guerra por la guerra.) Vente.
Vuelve la espalda. El mar. Abre la boca.
Contra una mina una sirena choca
y un arcángel se hunde, indiferente.
Tiempo de fuego. Adiós. Urgentemente.
Cierra los ojos. Es el monte. Toca.
Saltan las cumbres salpicando roca
y se asesina un bosque, inútilmente.
¿Dinamita a la luna también? Vamos.
Muerte a la muerte por la muerte: guerra.
En verdad, piensa el toro, el mundo es bello.
Encendidos están, amor, los ramos.
Abre la boca. (El mar. El monte.) Cierra
los ojos y desátate el cabello.
1 comentario:
Tengo serias sospechas de que hay algún placer comparable al del sexo. Sonetos como estos no me ayudan a confirmarlo.
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