18 de mayo de 2009
Se fue el poeta
Empecé a leer su poesía porque parecía más fácil que otras. Siempre pensé que, de tan joven, no lo estudiaría en la universidad. Sin embargo, tuve la suerte de estudiarlo. Y muy bien, por cierto. Nos lo explicó una especialista con su antología Los espejos, las sombras. Y con cada poema suyo recordaba mis inicios. Un poema a media noche descubierto en cualquier parte; el libro de lengua de bachillerato con alguno de los suyos, como ejemplo de poesía hispanoamericana, con la estupidez supina de pensar que si lees a un poeta hispanoamericano los has leído a todos. Y regalos. Muchos regalos de su poesía.
Anoche se fue el poeta. Falleció Mario Benedetti. No sé si con su bigotito y su mirada de muchacho travieso, o si ya los perdió ambos. Lo cierto es que, como siempre, se va el poeta, pero queda grabada en los corazones y en el hipocampo su poesía que grita, que se rebela.
TODAVÍA
No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo
tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa
sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro
y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.
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1 comentario:
De su poesía más social, te invito a recrearte con esta:
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle, codo a codo,
somos mucho más que dos,
somos mucho más que dos.
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos.
Te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle, codo a codo,
somos mucho más que dos,
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada.
Te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca, que es tuya y mía,
tu boca no se equivoca.
Te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle, codo a codo,
somos mucho más que dos,
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aureola,
ni cándida moraleja.
Y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso,
es decir, que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle, codo a codo,
somos mucho más que dos.
Y en la calle, codo a codo,
somos mucho más que dos.
De la poesía más hacia dentro, esta:
De los medios de comunicación
en este mundo tan codificado
con internet y otras navegaciones
yo sigo prefiriendo
el viejo beso artesanal
que desde siempre comunica tanto.
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