23 de septiembre de 2008

El tren y el otoño


Foto tomada aquí

Desde hace cuatro años los trenes me producen nostalgia. Hoy, de vuelta a casa en un trayecto de menos de una hora, he revivido los largos viajes de vísperas y de domingos. He mirado a través de esas ventanas del tren que parece que están hechas de vidrio pero que en realidad se fabricaron hace años, en algún mundo lejano donde las lágrimas de ojos mudos se cristalizaban para dar como resultado esas láminas transparentes. Y al mirar por ellas, he sentido dentro de mí el otoño: la nostalgia, la saudade. He recordado una canción de Medina Azahara que escuchaba de pequeña, cuando empezaba a darme miedo La chaqueta metálica, y la he recordado tan intensamente que ha vuelto a ser mía una vez más. Recordar esta canción, tomar conciencia de que hoy soy otoño y mirar a través de las ventanas del tren es como decir: "¡echo de menos tantas cosas!". Pero no lo digo, simplemente anoto estas palabras en un cuaderno desgastado y espero llegar a casa, encender el ordenador y escuchar "Otoño", leer unas páginas del libro más divertido que encuentre en las estanterías y dormir el sueño de los vencidos.

Hoy me ha vencido el tren.

1 comentario:

David Francisco dijo...

Aay el otoño... ya vuelven esos días grises pero no demasiado fríos aún, vuelve a anochecer temprano, vuelven las mañanas de mirar llover a través de la ventana, y las tardes de nostalgia y música melancólica...
Ya se echaba de menos...


Tienes que curarte ese miedo a La Chaqueta Metálica, lo hablábamos el otro día, es demasiado buena para perdérsela... ;)
Cuidate, un beso!