"No se extraña un país, se extraña el barrio, en todo caso, pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país es un tarado mental. La patria es un invento" "Uno se siente parte de muy poca gente. Tu país son tus amigos, y eso sí que se extraña"
Martín H
Al hilo de la anterior entrada, y del último verso:
"And where you are is where you are not" de T. S. Eliot.
¿Es cierto que existe el desarraigo? ¿Pertenecemos a algún lugar, a algo superior a nosotros que nos ate a una tierra, a un idioma, a una identidad, a unas ideas? ¿Por qué nos aferramos a los nacionalismos, sean del tipo que sean? ¿Qué buscamos en ellos?
1 comentario:
A mí me parece que lo que existe mucho, y está más o menos oculto por un cierto marketing que cada uno se monta como quiere, es el rol de refugiado. El débil se refugia en un país maravilloso lleno de paisajes únicos, chorizos únicos y personajes únicos al que llama pueblo, tierra o patria. Otros huyen de las personas y se refugian en ideas: la idea de patria, de política, de fútbol, de sexo o de intelectualidad.
Somos todos refugiados. Se refugia el que huye. Y huye el que tiene miedo.
Algo así como ‘mi patria es el universo’, decía Picasso.
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