Seguramente que hay más de tres frases que nos chirrían cada vez que las escuchamos, pero para mí éstas que he señalado son las peores. La tercera es algo personal. Muy personal. Tiene que ver con mi profesión. La filología marca. Y más después de analizar frases y frases durante años y darle mil vueltas a una nueva tendencia que ha surgido ahora y que generalmente no se considera incorrecta, mucho menos, agramatical. Quizás ni os habíais dado cuenta. Se trata del uso del infinitivo sin conjungar para iniciar frases. Este tipo sintáctico es muy común, sobre todo en enumeraciones de discursos públicos y en textos escritos. Vamos, prolifera libre de correctores a sus anchas y nadie hace nada por evitar que se extienda como la pólvora. Quizás tenga que ver el hecho del que hablaba antes de que no se considera una formación extraña.
Pongamos un ejemplo: Discurso público dado por un alcalde para informar sobre algún acontecimiento importante para su villa, a todos los ciudadanos de ella. El colofón suele ser siempre el mismo o, al menos, parecido: "Para terminar, agradecer a todos la asistencia a este evento que...". Bueno, el problema está en ese agradecer carente de sujeto explícito. Se da el caso de otros sujetos impersonales, como en "Veía llover", "Oyó cantar a Puri", etc.. Estos se explicarían con una teoría que se llama de la correferencialidad. Pero el infinitivo que nos interesa ahora, ¿cómo explicarlo? ¿Por qué no acompañarlo de un verbo auxiliar formando una perífrasis del tipo "Para terminar, quería agradecer la asistencia...". Con el sujeto de quería entenderíamos rápido el de agradecer. Pero así, en medio de la frase...
Siento haber organizado este cacao sintáctico, pero hay cosas de la lengua que me dan por pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario