Y las casualidades de la vida son aquellas combinaciones de circunstancias que no se pueden prever ni evitar (RAE: 2001).
Lo hermoso es cuando huyendo del tedio, uno se topa con un mensaje, no se sabe si divino o fruto azaroso de estas combinaciones de las que hablábamos antes. El mensaje es el siguiente, y está sacado del último y maravilloso disco de Celtas Cortos, 40 de abril:
Hay esperanza para lo imposible
Callan las bocas que sienten temor
Por todos lados la idea corre, vuela
Vamos a hacer un tremendo apagón
Vamos a apagar toda la basura en la televisión
Vamos a cortar las alambradas entre seres humanos
Vamos a apagar las ciberchorradas, al cibermamón
Vamos a cortar: con un solo dedo, pon el on en off
(De "On-Off")
[escúchala aquí]
Y el apagón ocurre de verdad. Al menos a mí me ha ocurrido esta tarde. En el tren. Cifuentes, el cantante de los Celtas Cortos ha pronunciado la palabra apagón y en ese momento exacto el tren ha quedado a oscuras. Casualidades de la vida, o la mano de un dios -supongo que celta, por aquello de trasmitir el mensaje a través de estos pucelanos- que ata hilos desde alguna parte, que hace que despertemos, que evitemos ese horrible tedio que nos produce el cibermamón. El dios de nuestra conciencia.
1 comentario:
¡Qué bonito post!
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